Los pimientos se recogen cuando llegan a su madurez y se pueden comer frescos, secos o hacer el aceite picante y así sucesivamente. Además, se pueden conservar las semillas de los frutos y plantarlas la temporada siguiente.
Tomar los frutos maduros y recogerlos, no antes de la maduración completa porque las semillas son estériles. A continuación, usted necesitará:
En primer lugar, tome el chile y córtelo por la mitad desde los extremos. El corte debe ser limpio en un lado. A continuación, abrir el chile y quitar las semillas juntas y la placenta (esa parte blanca y esponjosa que une las semillas a la piel del fruto).
¡Les aconsejamos que no separen las semillas y la placenta porque de esta manera aumentarán la fertilidad de las semillas! En efecto, estos siguen madurando unidos a la placenta y cuando ésta se seca libera el aceite esencial de Capsaicina que sirve para proteger las semillas.
Si se trata de semillas poco carnosas, hay que guardarlas en un recipiente con hojas de papel absorbente. Guarde todo en un lugar seco y cálido durante unos días.
A continuación, toque las semillas con los dedos y descubrirá que se separarán fácilmente de la placenta. Ahora usted puede guardarlos en un lugar no húmedo y fresco, seco y bueyes. La clásica caja de cartón con el arroz es un muy buen envase. No recomendamos las bolsas de plástico porque usted puede formar moho en las semillas.
¡Sus semillas durarán unos tres años!
La placenta se puede utilizar como condimento picante, porque en su interior se encuentra la capsaicina, que le da picante al chile.